En el mensaje enviado por Otto Claussen Iberri al columnista
y buen amigo Víctor Fonseca Jacques, se
nota sin energía y vacío de entusiasmo.
No es mi papel ofender absolutamente a nadie, ni es lo que me inspira a dar un
comentario.
Solamente pretendo dar mi punto de vista sobre esta
situación tan recurrente que el alcalde Otto Claussen realiza cada vez que se
le piden resultados palpables, ó cada vez que se le cuestiona sobre la
materialización de sus promesas de campaña.
Con ciento ochenta y nueve días ¡Ya! en el gobierno municipal,
6 meses contados de 36 meses que durará su período constitucional al frente del
Ayuntamiento de Guaymas, y restándole tan solo 30 meses en esta experiencia de
ser presidente municipal de Guaymas, simplemente no encaja ya ese discurso tan
recurrente de estar echando culpas para justificar la falta de resultados.
Así lo dijo ahora en su carta enviada a Víctor Fonseca:
“La escasez de recursos y los fuertes compromisos
financieros heredados, nos limitan para poder invertirlo todo en los servicios
públicos que merecemos en Guaymas”
“A pesar de que supuestamente con la inversión en luminarias
habríamos de tener una ciudad iluminada, lo ves y lo ven todos que eso no fue
cierto”
“El adeudo de esas luminarias es lo que nos tiene maniatados
para no poder acceder a recursos frescos por estar Guaymas incluido en el Buró
de Crédito”
“Con los recursos propios no alcanza para más, solo para
abonar en las deudas que dejaron los que nos saquearon”
“Al Estado pasa semejante que a nosotros por situación
delicada”
“De ahí que.....pues a picar piedra en el único lugar que
puede haber algo”
Voy a ser muy claro en mi comentario, y debo de serlo, no
solo por el parentesco que me une a la ex alcaldesa, sino más bien por la
simple y sencilla razón que a mi juicio el alcalde Otto Claussen dice parte de
verdad, pero de igual forma dice parte de verdad, la tergiversa y la enreda.
Primero si es cierto que el Ayuntamiento cuente con escasez
de recursos, pero aquí debemos de ser muy claros, todas las familias mexicanas
con la situación actual que está viviendo nuestro país, tenemos carencias de
recursos eso no es discutible, ni lo importante. Hay que hacer más con menos reza
una máxima popular, se requiere mayor austeridad y eficiencia, menos viajes de
placer y mayores resultados.
También habla de compromisos financieros heredados, mismos
que la administración anterior tenía y enfrentó, y donde uno de los más fuertes
es el pago a PASA por la prestación de la recolección de la basura, compromiso
por cierto heredado por una administración Priísta y Otto Claussen no lo dice, ¡Claro!
Se entiende pues es el partido al que él pertenece.
En el asunto de las luminarias acepta que ese adeudo tenga
maniatado al ayuntamiento, pero se contradice, puesto que un párrafo anterior señala
que “los fuertes compromisos financieros heredados, nos limitan” entonces la
pregunta para Otto Claussen sería ¿Porqué pretende seguir endeudando a Guaymas?
¿Por qué solicitó la aprobación de un endeudamiento por un crédito millonario aproximado
a los 365 millones de pesos? Preguntas que nunca serán respondidas, pero si
queda muy claro su contradicción, si él mismo aclara que “los fuertes
compromisos financieros heredados, nos limitan” es una contradicción contraer
más compromisos financieros.
Acceder a recursos frescos no es llevar a Guaymas a un
precipicio financiero, el cual no se pueda cumplir y además empeore las
finanzas del municipio, acceder a recursos frescos no es endeudarse más con
créditos millonario, ¡No señores! esa no es la solución para el municipio, será
una solución para sus necesidades de consumo inmediatas ó para su falta de liquidez
inmediata, pero no para un municipio endeudado bastante por administraciones
anteriores, lo mejor sería tratar de reducir al máximo el adeudo al impuestos
prediales que tenemos en Guaymas que en la actualidad ascienden al orden de los
más de ciento cincuenta millones de pesos, dinero suficiente para ir saneando
las finanzas del municipio.
Igualmente señala que “Con los recursos propios no alcanza
para más, solo para abonar en las deudas que dejaron los que nos saquearon” a
ver, vamos viendo, para este asunto hay dos acotaciones importantes que debemos
dejar muy claras. Primero, hay que dejar de tirar la piedra y esconder la mano,
que no es otra cosa más que dejarnos de “Chingaqueditos” hay que dejar ¡Ya! de
dividir a los guaymenses alimentando enconos, así como también hay que dejar ¡Ya!
de tergiversar las cosas ¡Enredarlas pues! “Los que nos saquearon” si así fue, que
se actué. Segundo “Con los recursos propios no alcanza para más” mismos recursos
propios que la administración anterior tenía y enfrentó. Quiero aclarar que administración
anterior también tuvo la oportunidad de ir saneando las finanzas del municipio,
con la reducción del adeudo al impuesto predial y no lo realizó.
Repito lo anterior sobre esta situación tan recurrente que Otto
Claussen tiene para evadir el tema de falta de resultados, dice parte de
verdad, la tergiversa y la vuelve a enredar, asegura que “Al Estado pasa
semejante que a nosotros por situación delicada” semejante en qué; semejante en
que el estado también fue saqueado, los recursos del estado también no alcanza
para más, solo para abonar las deudas que dejaron los que también saquearon al
estado, o cómo debo de interpretar esta situación; basta ya de aquellos si y
nosotros no, basta ya de los buenos contra los malos, la situación de Guaymas
es delicada lo sabía, y muchos ciudadanos guaymenses confiaron en su propuesta
de gobierno.
Para finalizar les comparto una excelente fábula, no es mito
pero yo quisiera para éste hermoso puerto de Guaymas, que nuestros gobernantes
siempre estuvieran construyendo catedrales y no picando piedra. En verdad los
mejores deseos en ésta importantísima labor de conducir los destinos de éste
hermoso municipio de Guaymas, Sonora.
¿PICAMOS PIEDRA O CONSTRUIMOS CATEDRALES?
“¿Qué hacen? preguntó un día un caminante a tres
trabajadores que estaban parados al lado de un edificio en construcción. El
primer trabajador que parecía exhausto, contestó, “estoy picando piedra.” El segundo contestó, “trabajo para ganarme
la vida.” El tercer trabajador, que cantaba mientras trabajaba, dijo, “¡estoy
construyendo una catedral!”
¿Es usted de los que sólo pican piedra? ¿Es por eso que a
menudo se siente sin energía y vacío de
entusiasmo? ¿Usted sólo intenta ganarse la vida y enfrenta cada día como uno
más en que hay que perseguir la chuleta? ¿Es por ello que no encuentra ningún
entusiasmo en lo que hace? ¿O acaso usted está construyendo algo grandioso, algo
emocionante y hermoso que le hace comprometerse por completo con su labor y
cuya realización le da orgullo y satisfacción?