sábado, 23 de marzo de 2013

Recurrente Otto Claussen

En el mensaje enviado por Otto Claussen Iberri al columnista y buen amigo Víctor Fonseca Jacques,  se nota sin  energía y vacío de entusiasmo. No es mi papel ofender absolutamente a nadie, ni es lo que me inspira a dar un comentario.

Solamente pretendo dar mi punto de vista sobre esta situación tan recurrente que el alcalde Otto Claussen realiza cada vez que se le piden resultados palpables, ó cada vez que se le cuestiona sobre la materialización de sus promesas de campaña.

Con ciento ochenta y nueve días ¡Ya! en el gobierno municipal, 6 meses contados de 36 meses que durará su período constitucional al frente del Ayuntamiento de Guaymas, y restándole tan solo 30 meses en esta experiencia de ser presidente municipal de Guaymas, simplemente no encaja ya ese discurso tan recurrente de estar echando culpas para justificar la falta de resultados.

Así lo dijo ahora en su carta enviada a Víctor Fonseca:

“La escasez de recursos y los fuertes compromisos financieros heredados, nos limitan para poder invertirlo todo en los servicios públicos  que merecemos en Guaymas”

“A pesar de que supuestamente con la inversión en luminarias habríamos de tener una ciudad iluminada, lo ves y lo ven todos que eso no fue cierto”

“El adeudo de esas luminarias es lo que nos tiene maniatados para no poder acceder a recursos frescos por estar Guaymas incluido en el Buró de Crédito”

“Con los recursos propios no alcanza para más, solo para abonar en las deudas que dejaron los que nos saquearon”

“Al Estado pasa semejante que a nosotros por situación delicada”

“De ahí que.....pues a picar piedra en el único lugar que puede haber algo”

Voy a ser muy claro en mi comentario, y debo de serlo, no solo por el parentesco que me une a la ex alcaldesa, sino más bien por la simple y sencilla razón que a mi juicio el alcalde Otto Claussen dice parte de verdad, pero de igual forma dice parte de verdad, la tergiversa y la enreda.

Primero si es cierto que el Ayuntamiento cuente con escasez de recursos, pero aquí debemos de ser muy claros, todas las familias mexicanas con la situación actual que está viviendo nuestro país, tenemos carencias de recursos eso no es discutible, ni lo importante. Hay que hacer más con menos reza una máxima popular, se requiere mayor austeridad y eficiencia, menos viajes de placer y mayores resultados.

También habla de compromisos financieros heredados, mismos que la administración anterior tenía y enfrentó, y donde uno de los más fuertes es el pago a PASA por la prestación de la recolección de la basura, compromiso por cierto heredado por una administración Priísta y Otto Claussen no lo dice, ¡Claro! Se entiende pues es el partido al que él pertenece.

En el asunto de las luminarias acepta que ese adeudo tenga maniatado al ayuntamiento, pero se contradice, puesto que un párrafo anterior señala que “los fuertes compromisos financieros heredados, nos limitan” entonces la pregunta para Otto Claussen sería ¿Porqué pretende seguir endeudando a Guaymas? ¿Por qué solicitó la aprobación de un endeudamiento por un crédito millonario aproximado a los 365 millones de pesos? Preguntas que nunca serán respondidas, pero si queda muy claro su contradicción, si él mismo aclara que “los fuertes compromisos financieros heredados, nos limitan” es una contradicción contraer más compromisos financieros.

Acceder a recursos frescos no es llevar a Guaymas a un precipicio financiero, el cual no se pueda cumplir y además empeore las finanzas del municipio, acceder a recursos frescos no es endeudarse más con créditos millonario, ¡No señores! esa no es la solución para el municipio, será una solución para sus necesidades de consumo inmediatas ó para su falta de liquidez inmediata, pero no para un municipio endeudado bastante por administraciones anteriores, lo mejor sería tratar de reducir al máximo el adeudo al impuestos prediales que tenemos en Guaymas que en la actualidad ascienden al orden de los más de ciento cincuenta millones de pesos, dinero suficiente para ir saneando las finanzas del municipio.

Igualmente señala que “Con los recursos propios no alcanza para más, solo para abonar en las deudas que dejaron los que nos saquearon” a ver, vamos viendo, para este asunto hay dos acotaciones importantes que debemos dejar muy claras. Primero, hay que dejar de tirar la piedra y esconder la mano, que no es otra cosa más que dejarnos de “Chingaqueditos” hay que dejar ¡Ya! de dividir a los guaymenses alimentando enconos, así como también hay que dejar ¡Ya! de tergiversar las cosas ¡Enredarlas pues! “Los que nos saquearon” si así fue, que se actué. Segundo “Con los recursos propios no alcanza para más” mismos recursos propios que la administración anterior tenía y enfrentó. Quiero aclarar que administración anterior también tuvo la oportunidad de ir saneando las finanzas del municipio, con la reducción del adeudo al impuesto predial y no lo realizó.

Repito lo anterior sobre esta situación tan recurrente que Otto Claussen tiene para evadir el tema de falta de resultados, dice parte de verdad, la tergiversa y la vuelve a enredar, asegura que “Al Estado pasa semejante que a nosotros por situación delicada” semejante en qué; semejante en que el estado también fue saqueado, los recursos del estado también no alcanza para más, solo para abonar las deudas que dejaron los que también saquearon al estado, o cómo debo de interpretar esta situación; basta ya de aquellos si y nosotros no, basta ya de los buenos contra los malos, la situación de Guaymas es delicada lo sabía, y muchos ciudadanos guaymenses confiaron en su propuesta de gobierno.

Para finalizar les comparto una excelente fábula, no es mito pero yo quisiera para éste hermoso puerto de Guaymas, que nuestros gobernantes siempre estuvieran construyendo catedrales y no picando piedra. En verdad los mejores deseos en ésta importantísima labor de conducir los destinos de éste hermoso municipio de Guaymas, Sonora.

¿PICAMOS PIEDRA O CONSTRUIMOS CATEDRALES?

“¿Qué hacen? preguntó un día un caminante a tres trabajadores que estaban parados al lado de un edificio en construcción. El primer trabajador que parecía exhausto, contestó, “estoy picando piedra.”   El segundo contestó, “trabajo para ganarme la vida.” El tercer trabajador, que cantaba mientras trabajaba, dijo, “¡estoy construyendo una catedral!”

¿Es usted de los que sólo pican piedra? ¿Es por eso que a menudo se siente sin  energía y vacío de entusiasmo? ¿Usted sólo intenta ganarse la vida y enfrenta cada día como uno más en que hay que perseguir la chuleta? ¿Es por ello que no encuentra ningún entusiasmo en lo que hace? ¿O acaso usted está construyendo algo grandioso, algo emocionante y hermoso que le hace comprometerse por completo con su labor y cuya realización le da orgullo y satisfacción?

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