viernes, 1 de marzo de 2013

Elba Esther Gordillo tras las rejas

El Financiero
Rogelio Guedea

Justicia que llega tarde.

La justicia mexicana se tardó varios lustros en apresar a la dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo Morales, aun cuando se tenían evidencias por demás claras de sus corruptelas, tráfico de influencias incluido.

Tal vez sea esta demora la que vuelve a dejar a los mexicanos un poco con la zozobra de que en realidad, por encima de la aplicación de la justicia, esta defenestración fue realmente motivada por una venganza política, sobre todo considerando que La Maestra, como se le conoce, estuvo reacia a la Reforma Educativa aprobada constitucionalmente justo dos días antes de su detención.

Lo único que podría dar credibilidad al encarcelamiento de la máxima líder de los maestros en México es que lo mismo que se hizo con ella se haga con otros políticos, dirigentes sindicales y servidores públicos que gozan de igual o peor reputación y que, por tanto, también han agraviado descaradamente al país.

Si no se hace así, el estado de Derecho mexicano, ya de por sí endeble, se irá otra vez de bruces sobre el pavimento, pues estará claro que de él no emanará la justicia (como debe ser), sino la insensatez.

Que se ha hecho justicia con la detención de La Maestra a nadie le queda duda, pero que la aplicación estricta de la ley sea para unos y no para todos, nos coloca en una peor posición: la tiranía, y no en una república de verdad, la cual, según Cicerón, está conformada por “una sociedad al amparo del derecho y con fines de utilidad común”.

Sea como fuere, si ya la caída de Elba Esther Gordillo se dio de una forma y en un momento poco afortunados, por lo menos que la llegada del nuevo dirigente del SNTE, Juan Díaz de la Torre, no haya sido una imposición de la facción que tiene el mando del país en este momento, porque eso, para la sociedad mexicana, sería como salir de una porqueriza para entrar en otra.

Eso sí: deja mucho ya qué pensar que el nuevo líder del SNTE, a unas horas de su ungimiento, haya manifestado abiertamente su apoyo a la Reforma Educativa.

Por lo demás: para resarcir todos los daños que La Maestra dejó en la educación mexicana no ajustan 40 años. Ni siquiera una vida, a decir verdad.

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