Pide a
contraloría proceda conforme a derecho donde encuentre irregularidades
La Voz del
Puerto
Carlos Razcón
Valenzuela
Luego de
rechazar su participación en el “affaire” del cemento barato del programa que
impulsó la congregación “María Trinitaria” y la pérdida de 400 toneladas de
asfalto donadas por Petróleos Mexicanos al Ayuntamiento, Mónica Marín Martínez
dijo sentirse “Con toda la tranquilidad del mundo y, la conciencia limpia”.
Dijo que
durante la hora de su comparecencia de una a dos de la tarde de ayer, ante el
Organo de Control y Evaluación Gubernamental contestó “con calma y precisión todos
los cuestionamientos” en lo que a su juicio fueron asuntos de su competencia,
primero como Sindico Procurador y luego del 6 de marzo al 15 de septiembre de
este año como alcaldesa sustituta.
Excusó emitir
juicios a priori sobre la participación o no de otros ex funcionarios
municipales en aquellos asuntos y, otros, porque no le constan, “ni son de mi
competencia” subrayó.
“El trabajo
de contraloría es investigar situaciones, analizarlas y, de encontrar
irregularidades en las actuaciones de funcionarios públicos, aplicar las
sanciones administrativas o radicar las denuncias penales correspondientes,
pero que no maximice situaciones ni haga parecer irregularidades o delitos
donde no los hubiere”, dijo.
Explicó que
cuando Miguel Jiménez, funcionario de desarrollo social encargado del programa “Cemento
barato” le comento sobre los malos manejos, “de inmediato mandé investigar el
asunto y, al resultar que una empleada hizo mal uso del programa, los abogados
del departamento jurídico elaboraron demanda penal que se llevo ante la agencia
del ministerio publico.
En ese
asunto, el ayuntamiento no manejó dinero y solo fue un intermediario entre “Mariana
Trinitaria” y los grupos vecinales de compradores de cemento a bajo precio,
insistió.
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