La Voz del Puerto
La insuficiencia en la recolección de basuras citadinas tiende a
generalizarse y ayer, la afectación en el servicio sumó otros cincuenta
sectores, mientras Promotora Ambiental, S.A. (PASA) reconoció que la
problemática podría derivar en severo daño a la salud de los guaymenses, por
“los calorones” que empiezan a descomponer los
desperdicios.
Armando Jordán Madrid señaló que la empresa, inicialmente, sacó de
ruta a tres recolectores y ante la falta de fondos para la operación, en lo
sucesivo sólo laborará con las unidades que menos combustible gastan, tengan
buenas llantas y estén equipadas con motores que no presenten fallas
mecánicas.
“Mediante economías en la operatividad buscamos afectar lo menos
posible a la comunidad guaymense, en tanto el municipio consigue los recursos
--11.1 millones de pesos-- para pagarnos el adeudo”; indicó no hay una propuesta
del Ayuntamiento para la solución conjunta del problema, ni un plan de pagos
definido, ya que ni siquiera han logrado una entrevista con la alcaldesa Mónica
Marín Martínez.
La recolección, traslado y confinamiento de basuras dejó de
prestarse desde el viernes en los populosos sectores San Vicente y Guaymas
Norte; ayer lunes se sumaron otros puntos citadinos, hasta llegar al medio
centenar de colonias.
Parte de La Petrolera, El Alamo, las Américas, Loma Linda, Sonora,
Las Flores, Santa Fe, Villa Sofía, Campo de Tiro, Loma Dorada, 23 de Marzo,
Centenario, Las Palmas, Adolfo López Mateos, 20 de Noviembre, Sahuaripa y
Pescadores, entre otras colonias, se quedaron con sus desperdicios
domiciliarios.
“Para mitigar un poco los rezagos, ayer entramos con los carros
estaquitas a una porción de Guaymas Norte y levantamos algunas bolsas, pero no
es suficiente”, subrayó Jordán Madrid, al insistir que la empresa procura
potencializar recursos disponibles para cumplirle a los guaymenses con el
servicio de recolección “hasta donde sea humanamente posible”.
Acotó que la búsqueda de soluciones deberá darse de manera
conjunta, entre PASA y el Ayuntamiento de Guaymas y, a la brevedad posible; los
acumulamientos de desperdicios ya entraron en franco período de descomposición y
Guaymas ya apesta. Lo grave es que las moscas empiezan a pulular y, de allí a un
severo problema sanitario, es cuestión de escaso tiempo.
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