Cómo puede un candidato garantizar un gobierno democrático, si él mismo ha sido electo como tal a través de un proceso antidemocrático.
Ejemplos tenemos varios, el PRI en Guaymas elige a través de un proceso antidemocrático a Otto Claussen Iberri como su candidato a la presidencia municipal.
Un proceso en el cual los dados siempre estuvieron cargados a favor de Otto Claussen y no le permitieron a ningún militante del PRI con posibilidades reales de competirle se inscribiera, dado que ya habían decidido que Otto Claussen sería el candidato a la presidencia municipal.
Es decir se auto nombra demócrata, pero en la práctica sus miedos lo traicionaron, su temor al rechazo de su propio partido lo delataron y lo hicieron cometer errores que el tiempo lo pondrá en su justa dimensión.
Otto Claussen Iberri viene de un proceso antidemocrático, al más viejo estilo priísta, el miedo de Otto Claussen a la competencia y la posibilidad de perder fue tan grande dentro de su propio partido, que le cerró las puertas a competir a sus compañeros militantes.
El que podía competirle a Otto Claussen la candidatura a la presidencia municipal y lograr una candidatura solida, era el ingeniero Pedro Romano Terrazas, quien en muchas ocasiones a mencionado, que pone a disposición del partido su experiencia y capital político para que le sea tomado en cuenta.
Sin embargo el ingeniero Pedro Romano cuando intenta acercarse a las autoridades de su partido para contender por un cargo de elección popular, le informan que no, que no se puede, porque las candidaturas ya están resueltas.
En Guaymas el PRI lleva a la contienda electoral a un candidato electo de manera antidemocrática, que proviene de un proceso viciado de origen y como tal en las próximas elecciones, un gran número de militantes y simpatizantes de éste partido no lo favorecerán con el voto, así como también un gran número de ciudadanos le darán un rotundo no a éste candidato temeroso a las prácticas democráticas que se exigen hoy en día.
Otro ejemplo lo tenemos en el PRD, aquí las cosas pintaron de mal en peor, hace seis años se manejaban las encuestas y las preferencias de la ciudadanía, para con los precandidatos interesados en competir por un puesto de elección popular.
Desde hace tres años a la fecha se han empeñado en no adquirir experiencia, cerrarle las puertas a la competencia interna y a la unidad con otros partidos de izquierda.
Es decir aunque sus siglas signifiquen partido de la revolución democrática, en la práctica la democracia los actuales dirigente locales no la quieren, por el contrario le temen y es tan grande el miedo que ahora imponen desde la cúpula perredista a su candidato a la presidencia municipal.
El PRD se ha alejado hoy más que nunca de elegir a un candidato a la presidencia municipal que emane de una competencia democrática, en el PRD la democracia es letra muerta, es solo una frase rimbombante que presumen pero no la practican.
Éste partido de izquierda en guaymas lleva a la contienda lectoral a Lino Ruíz Coronel, un candidato impuesto por la cúpula perredista guaymense, sin someterse a un proceso democrático que impulse la unidad y las posibilidades reales de un triunfo electoral.
Lino Ruiz Coronel es un candidato antidemocrático surgido de una imposición, de quienes dirigen actualmente al partido, solo con miras de alcanzar una posición proporcional en el próximo ayuntamiento de Guaymas, que decepción.
El PRD impone a Lino Ruíz Coronel como candidato a la presidencia municipal, contra toda práctica democrática, contra todo método de elección donde se aglutinen las verdaderas fuerzas del partido, y voy más allá, la planilla de sindico y regidores que acompañaran a Lino Ruiz Coronel al proceso electoral, es elaborada en los muslos del candidato y del dirigente local, en las cuclillas de quienes se auto nombran demócratas, quienes pregonan un cambio verdadero, pero elaboran una planilla para un ayuntamiento en lo oscurito, repleta de familiares, compadres y amigos.
Por último y muy curiosamente el PAN que es el actual partido en el poder y aún, estando en el poder, no perdió su oportunidad de elegir al candidato de una manera democrática, en el PAN las cosas fueron diferentes, como lo dice el slogan de Josefina Vázquez Mota, México diferente.
En éste partido Manuel Aguilar Juárez candidato a la presidencia municipal, es electo a través de un proceso democrático, donde se dio paso a la competencia, es decir dos militantes mas de acción nacional se inscriben para competirle a Manuel Aguilar, la candidatura a la presidencia municipal.
Al candidato Manuel Aguilar Juárez no le dio miedo la competencia y aceptó ir a un proceso democrático interno de su partido para lograr la candidatura a la presidencia municipal, donde el ingeniero Oscar Alberto González García le compitió desde principio hasta el fin dicha nominación.
Bajo estas circunstancias el PAN como partido en el poder no desacreditó ni excluyó a nadie de sus aspiraciones legítimas para contender por una candidatura a un puesto de elección popular y se fueron a una competencia interna, donde un padrón de militantes activos y adherentes como se clasifican ahí, eligieron de una manera libre, directa y secreta a su candidato a la presidencia municipal.
De esta manera concluimos que a la contienda electoral llegan los candidatos unos más motivados que otros, como en un partido de futbol, unos jugando bien al futbol y otros buscando portero.
Los candidatos y sus miedos democráticos unos ya los superaron y otros apenas pretenden desafiarlos.
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