Se acabaron las vacas gordas, se acabó la robadera.
El endeudamiento y el quebranto financiero causado a Guaymas por la deuda de los 315 millones de pesos es la mecha que enciende la polémica, la polémica entre un gobierno municipal actual que ha sido trompicado, absurdo, y muchas veces burdo, y por otro lado, un gobierno municipal anterior, voraz, insaciable e irresponsable. Eso sí desde mi particular punto de vista iguales de corruptos y faltos de compromiso con nuestra ciudad los dos.
Sin embargo, es imperante la actual situación financiera tan delicada a la que han llevado a nuestra ciudad que debemos de ser objetivos, veraces e imparciales, ante tan grave y lamentable situación que se vive en el Ayuntamiento de Guaymas.
Lo que sí es un hecho, es que debemos ser responsables al momento de ejercer un juicio sobre lo que está sucediendo en nuestra ciudad, un endeudamiento y un quebranto de las finanzas del municipio que solo los ciudadanos estamos lamentando. No podemos de una manera simplista y desobligada, reducir el tema solo a la polémica y la discusión estéril que no conducen a nada. Debemos ser prácticos, estar atentos y no dejarnos confundir por quienes han llevado a Guaymas a esta crítica situación financiera.
El tema que hoy se debe poner sobre la mesa es el endeudamiento millonario, un endeudamiento millonario que no sirvió para maldita la cosa, solo sirvió para llenarle los bolsillos a unos cuantos, un endeudamiento millonario que hoy, todos los ciudadanos de Guaymas, presente y futuro debemos de pagar. Y más aún, debemos conocer que ese endeudamiento millonario no se usó adecuadamente, no se usó de una manera responsable, no le sirvió a Guaymas para nada, solo para llevarlo a un quebranto financiero, y porque digo esto, simplemente, porque ese dinero debió utilizarse en inversión productiva. Inversión productiva que le generará ganancias al Ayuntamiento para poder pagar es endeudamiento y no solo a un voraz gasto del cual obtuvieron beneficios unos cuantos a costillas del pueblo y del poder público.
Ese es el tema, esa es la situación a la que llevaron a Guaymas, se gastaron millones de pesos de una manera irresponsable, millones de pesos que no generaron nada productivo al Ayuntamiento, y hoy nos tienen comprometidos los recursos escasos en pagar esa ineptitud, que más pienso fue con toda premeditación alevosía y ventaja, dejando a la ciudad en el más bajo estado de indefensión.
¿Cuándo se considera que una inversión es productiva?
Se considera que una inversión es productiva, cuando el dinero se destina a la adquisición, renovación, y mejoramiento de bienes para que generen nuevos bienes y servicios, que beneficien a la sociedad en el caso de las inversiones del gobierno, a la satisfacción de necesidades de los clientes en el caso de las empresas, o al bienestar y crecimiento personal. Una inversión productiva se diferencia del gasto o el consumo, en que se aplaza la decisión de recibir los beneficios de corto plazo para obtener un rendimiento y producción mayor en el mediano y largo plazo.
¿Cuáles son las características de una inversión productiva?
La principal característica es la generación de valor, como la trasformación de una materia prima en un producto, la siembra de una semilla para que crezcan los productos agrícolas, la inversión en acciones para que la empresa puede seguir creciendo su negocio, la construcción de infraestructura para que el país se desarrolle y crezca el mercado internacional. Todo lo que no se consuma y pierda su valor inicial, se puede considerar como una inversión productiva. En el caso de los gobiernos, la inversión en la gente, su educación y desarrollo, también se puede considerar productiva.
Para finalizar puntualizo que es una obligación y un deber de nuestras autoridades poner un basta, sino son las actuales autoridades municipales quienes lo pongan, serán las que vienen, porqué, porque simplemente Guaymas no puede más, la situación así los obligará, no tendrán otra cosa más que hacer, que hacer lo debido y lo propio, poner orden, poner a cada quien en su lugar, y hablo de la responsabilidad legal y penal de quienes han llevado a Guaymas a este endeudamiento y quebranto financiero inevitable. Se acabaron las vacas gordas, se acabó la robadera.
Jaque al Rey