sábado, 25 de agosto de 2012

Arrogancia prematura

Contraportada
Por Victor Oswaldo Fonseca Jacques
Ayer me di una vuelta por Palacio Municipal, y me di cuenta que, al menos en las oficinas que anduve, estaban algunas personas extrañas. La verdad me divertí un poco, y ahora les explico por qué.

Es un espectáculo que se da cada tres años, cuando se avecina el cambio de gobierno. Tanto el saliente como el entrante designan a los miembros de sus respectivas comisiones para el proceso de entrega-recepción, y entonces los nuevos llegan a nutrirse de la información correspondiente, obviamente para no entrar “en blanco” a la nueva administración.

Lo que me divierte de esto es ver la actitud de algunas personas que ven en este proceso de marras una especie de fiscalización a título personal, y asumen actitudes absurdamente arrogantes, como si fuesen jueces que están ahí para hacer una investigación tendiente a encontrar irregularidades y no para tener la información debida una vez que se reciba el Ayuntamiento.

Siempre lo he dicho: hay gente que cuando está a punto de asumir un cargo público y una vez ya en él, creen que han alcanzado su proyecto de vida, y se les olvida que llegar al gobierno es, señores y señoras, una oportunidad de servir a una comunidad, no la entrega de un látigo para fustigar a la “plebe” que llegará ahí a exigir respuestas a los servidores públicos. Son tres años, ¡¡por favor!! y en muchas ocasiones sólo unas semanas, cuando se demuestra que no hay capacidad para desempeñar un cargo público.

“Subirse a un ladrillo” es tan fácil. Ven en esto una especie de superioridad frente a las demás personas, y entran en estos días de cambio a las oficinas de gobierno como si ya tuvieran legalmente la autoridad para meter las narices hasta en donde no deben. Ayer vi a personal de palacio en actitud muy molesta por el actuar de algunos de estos “fiscalizadores”, y en lo particular creo que algunos tenían razón en estar así.

Alguien tiene que decirles que este es otro tipo de compromiso. Se va a las dependencias a conocer la situación en que se encuentra actualmente, y esa información sirve para dos cosas: una para que vayan aprendiendo un poco lo que será su trabajo en tres años, y la otra para ofrecer todo lo recabado al Órgano de Control y Evaluación Gubernamental (¿saben lo que es eso?) para que este defina si hay razones o no para perseguir posibles fallas administrativas.

Por cierto, muy desafortunado el comentario que una de estas personas hizo ayer: “estoy construyendo una casa muy grande y esa puerta quedaría muy bien ahí”. Se refería a una de las puertas de Palacio Municipal. ¡Ups!

Ubicarse antes de tiempo es bueno.

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