Palabras de
Andrés Manuel López Obrador, en asamblea informativa, en el Zócalo de la Ciudad
de México, 5 de Setiembre de 2006.
Fragmento
Amigas, amigos,
en este día aciago, difícil para la democracia en México, pero que al mismo
tiempo permite iniciar una etapa nueva, quiero expresar a ustedes, antes que
nada, como acto de profesión de fe republicana, lo siguiente:
Lo hago de corazón
y pensando en ustedes, que es gente buena, gente ejemplar, muy representativa
de nuestro pueblo, de nuestra gran nación.
Quiero decir a
ustedes que nunca voy a dejar de luchar por mis ideales y por mis convicciones.
Nunca voy a
dejar de luchar por una nueva economía, por una nueva forma de hacer política y
por una nueva convivencia social, más justa y más humanitaria.
Nunca. Les digo
a ustedes, me comprometo con ustedes, voy a aceptar la política tradicional:
esa donde todos los intereses cuentan, menos el interés del pueblo.
Nunca, les digo
a ustedes, voy a transar con el hampa de la política ni con los delincuentes del
cuello blanco.
Nunca voy a
doblegarme ante los clasistas, racistas, fascistas, que hipótricamente
aparentaban ser gente de buena voluntad.
Nunca voy a
dejar de apoyar y proteger a la gente humilde, a los humillados, a los desposeídos
y a los pobres de México.
Y nunca, jamás,
voy a traicionar al pueblo de México.
Vamos a
continuar en esta lucha con mucha dignidad y con los principios por delante.
Esta es mi
declaración ante la resolución del Tribunal del día de hoy.
Los magistrados
del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación se sometieron, no
tuvieron el arrojo, la dignidad, el orgullo, la arrogancia de actuar como
hombres libres. Optaron por convalidar el fraude electoral; de esta manera, se
violó la voluntad popular y se fracturó el orden constitucional.
Como a todos
consta, como es de dominio público, tanto el candidato de la derecha como el
tribunal electoral se negaron al recuento voto por voto, casilla por casilla.
Se negaron a transparentar la elección.
Todo ello tiene
una explicación sencilla que con un poco de luz en la frente se comprende a la
perfección.
Todo ello se
explica, porque el candidato de la derecha no ganó la elección presidencial.
Nos están
despojando de un triunfo legal y legítimo que nos otorgó la mayoría del pueblo
de México. También ese comportamiento se explica, todo lo acontecido y de
manera particular el acto del día de hoy, porque una minoría privilegiada ha
tomado las instituciones y las mantiene secuestradas para su propio beneficio.
Esta realidad
que tenemos que transformar es la que tiene en ruina al país y en la pobreza a
la mayoría del pueblo.
Por lo
anteriormente expuesto, expreso mi decisión de rechazar el fallo del Tribunal
Electoral del Poder Judicial de la Federación y desconozco a quien pretende
ostentarse como titular del Poder Ejecutivo Federal sin tener una
representación legítima y democrática.
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